agosto 13, 2024

Reflexiones de un Diamante en la Oscuridad

historias de amor

El Brillo de un Diamante en la Oscuridad: Reflexión sobre Amor y Soledad

De vez en cuando, surge una joya única de las profundidades del ser, un diamante cuyo brillo puro y resplandeciente eclipsa a todas las demás gemas. Es un faro en la oscuridad, una luz que atrae a quienes se acercan. Sin embargo, cuando llega el momento de sostenerlo, sienten que no son dignos de tal tesoro, limitándose a disfrutar de su resplandor desde lejos, como viajeros que contemplan un horizonte inalcanzable.

El Olvido y la Soledad

...el tiempo pasó, y aunque el diamante continuaba brillando con intensidad, quedó olvidado en un rincón, con su luz opacada por la soledad, como una estrella que pierde su fulgor cuando ya nadie la observa.

El Encuentro de Dos Almas


Un día, una joven diamante, opacada y desprovista de valor, llegó a su lado. En su cercanía, el diamante recuperó su brillo, haciéndole sentir que por fin había alguien que quería quedarse. La joven diamante, marcada por la soledad y la falta de amor, se acercó a su luz en busca de consuelo. Con la paciencia de quienes han conocido la soledad, el diamante comenzó a pulirla, dándole su mejor amor y cuidado, como un maestro que revela a su aprendiz el talento escondido. Poco a poco, la joven diamante se transformó en una joya radiante y deseada, igual de hermosa que él, floreciendo de nuevo como un árbol que da vida después de largos inviernos.

La Partida y el Desengaño

Pero cuando la joven diamante alcanzó su máxima belleza, decidió marcharse. Se dejó seducir por un brillante anillo de metal, atractivo pero sin valor, hecho del metal de los que están hechos todos, que no ofrecía más que un brillo falso y efímero, como un barco que, tras llegar a puerto seguro, se aventura en mares inciertos. Sabía en su corazón que el metal no tenía el mismo valor que el diamante, y que iba a romper el corazón que había jurado cuidar, sin saber que también rompería el suyo, nadie rompe el corazón de alguien sin salir herido, pero aun así se fue, dejando al diamante que había cuidado y le había hecho sentir único, más roto que antes, lo acompañó para después tirarlo en su soledad cuando ella ya no se sentía sola.

Reflexión Final


El diamante se fue, sintiendo que ya no merecía brillar como antes, como un sol que se oculta tras las nubes, convencido de que su luz nunca sería valorada, sabiendo que no importa ser de un brillo bueno en este mundo moderno.

El diamante, que había dado su resplandor para embellecer a la joven diamante, quedó más apagado que nunca, abandonado por aquellos que no creyeron merecer su luz. En su partida, lo dejaron peor de lo que estaba, como un diamante cuya valía se ve eclipsada por un simple metal pulido.

Así, aquellos que se acercaron al diamante, temerosos de su propio reflejo en su luz, lo trataron como una piedra sin valor. Sin darse cuenta de que en sus manos sostenían lo más precioso que jamás podrían poseer, decidieron buscar un brillo sin valor, en lugar de brillar juntos.

El diamante, aunque herido por la partida de quienes no supieron apreciarlo, comprendió en su soledad que su luz no dependía de la mirada ajena. Su destino sería brillar en la distancia llena de soledad pero con luz propia.

La joven diamante, se adentró en un lugar donde su valor siempre será ignorado, donde su brillo jamás será valorado y sólo será robado y la presumirán como piedra preciosa. Aunque vivirá rodeada de bellos y nuevos destellos, siempre sabrá que perdió un diamante por no haber tenido el valor de quedarse a brillar.

OiramX - Ago 2024

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